El consumo de algunos alimentos «de moda» están perjudicando gravemente no sólo la naturaleza si no también al bienestar y la economía de comunidades enteras.
La Comisión Europea estima que cada año se desaprovechan en el mundo más de 1.300 millones de toneladas de alimentos, es decir, un tercio de la producción mundial, de los que 89 millones de toneladas de comida en buen estado corresponden a la Unión Europea.
Profundizaremos al respecto en otro post futuro y en el siguiente enlace podéis conocer más datos pero ahora queremos centrarnos en otro aspecto. En como el consumo de algunos alimentos que están de moda (sí, sí…porque las tendencias arrasan el cualquier campo) están perjudicando gravemente no sólo a la naturaleza y al medio ambiente si no también al bienestar y la economía de comunidades enteras.
¿Quieres saber cuáles son algunos de estos alimentos?
1. Quinoa
Este cereal procedente de Latinoamérica es considerado un súper alimento por su propiedades y su consumo está en pleno apogeo en Occidente.
Su fama es tal que en apenas unos años ha aumentado su consumo de 58.000 toneladas a 193.000 toneladas (datos de 2014), es decir, la producción se ha multiplicado por cuatro en apenas seis años y actualmente sigue aún más en aumento.
Si hasta hace apenas unos años nadie sabia qué era la quinoa y hasta resultaba difícil encontrarla, ahora la podemos ver en todos los supermercados y protagonizando todas las recetas sanas de Instagram. Y como no, la moda, conlleva riesgos.
El precio de la quinoa se ha disparado hasta en un 250% haciéndola inaccesible a miles de comunidades que tenían este cereal como base de su dieta. En la espiral del lucro en que navega la economía mundial, algunos ya temen que la quinoa se sume a ese puñado de plantaciones de moda para los inversores globales, como la soja, el maíz o la caña de azúcar; con el desastroso coste que siempre impone el monocultivo.
¿Qué podemos hacer nosotros?
No renunciemos a este «alimento de los Dioses» pero lo ideal es que lo compremos producido en España. Empresas españolas como Algosur la cultivan en Andalucía y en tiendas como La Comanda a granel, en el barrio de Benimaclet, la puedes encontrar.
2. Aceite de palma
Muchos estudios hablan de las negativas consecuencias del aceite de palma en nuestra salud y como este está en muchos de los alimentos que consumimos, sobre todo los procesados. No obstante, nosotros vamos a centrarnos en cómo de perjudicial es este alimento para el medioambiente.
La deforestación es una de las principales consecuencias que tiene la producción del aceite de palma. El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) asegura incluso que se han creado de forma ilegal plantaciones en áreas naturales protegidas, como parques nacionales.
Además, un estudio de la Universidad de Princeton (EE.UU.) y el Instituto Federal Suizo de Tecnología calcula que alrededor del 60% de la expansión de este cultivo en Malasia e Indonesia (los dos principales productores mundiales) se hizo a costa de bosques tropicales.
¿Qué podemos hacer nosotros?
Teniendo en cuenta que, además, es perjudicial para la salud, directamente tratar de evitar su consumo.
3. Aguacate
¿Quién no ha caído rendido a los pies de este manjar? El aguacate es sin duda el alimento de moda. No obstante, tenemos que pararnos a pensar en qué consecuencias tiene que tengamos aguacates no sólo en cada restaurante al que vamos si no también en cada cuenta de Instagram minimamente hipster.
Europa demanda una media de entre 5.000 y 5.500 toneladas a la semana. Esto ha llevado a muchos agricultores a convertirse al monocultivo de este fruto, llegando hasta a quemar amplias zonas de bosque para aumentar su producción.
El aguacate además necesita mucha agua para su consumo, otra característica que la hace muy poco sostenible su cultivo a gran escala. De hecho en Chile, el mayor productor de aguacates del mundo, este boom ha hecho que incluso se hayan visto obligados a comprar agua para satisfacer sus propias necesidades.
¿Qué podemos hacer nosotros?
Como ya hemos comentado anteriormente, no se trata de renunciar a él pero si de comprarlo con responsabilidad. Además, en España se cultiva y si lo compramos nacional, reduciremos (y mucho) la huella de carbono.
¿Qué os parece? Os animamos a añadir más alimentos y comentar lo que consideréis. Nuestro objetivo con este post es que nos planteemos qué consecuencias tiene nuestra forma de consumo. Como vemos, en este caso, la solución para llevar un consumo responsable de alimentos es tan sencilla como tener en cuenta la procedencia y las condiciones de los agricultores y sobre todo consumir Km0 lo máximo posible.
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